Gonzalo Giner, La bruma verde.

Hoy en El Rincón de los libros, de "Hoy por Hoy Cuenca" (En Cadena Ser Cuenca) hemos recomendado la última novela de Gonzalo Giner, La bruma verde.

Gonzalo Giner.

Es veterinario de profesión y un exitoso escritor en su madurez. Se dio a conocer  en el mundo literario en 2004 (con 46 años) con La cuarta alianza. Una novela histórica  on una historia de intriga centrada en sociedades secretas. Su fama y éxito le llegó en 2008 (50 años) con el libro El sanador de caballos, con el que recreó los inicios de su profesión como veterinario y gracias al cual logró tanto buenas críticas como una notable aceptación por parte de los lectores. 

Giner ha reflejado en sus libros la pasión que siente por los animales, ahondando en diferentes momentos de la historia, como El jinete del silencio  (2011), cuenta la vida de un joven con una deficiencia de comunicación en pleno siglo XVI y que sin embargo encuentra una forma de comunicarse con los caballos. Pacto de Lealtad  (2014), donde se centra en la guerra civil española y en la que es un perro el que ayuda a sortear los peligros de la guerra a la protagonista. Además cuenta por primera vez el papel de los perros en los conflictos armados. 

En 2017 con Las ventanas del cielo, se remonta a la Edad Media, en concreto a la construcción de grandes catedrales y a sus sus vidrieras. Su última novela, del año 2020 es La bruma verde. Es una novela de aventuras con un trasfondo ecologista, ambientada en la República Democrática del Congo en la época actual.

Hay dos grandes tramas, ambas protagonizadas por mujeres: Una de ellas es Bineka, una joven que vive una pequeña aldea en el corazón del Congo, que es asolada por una guerrilla, de la que ella consigue huir. Al hacerlo, es adoptada por un clan de chimpancés con los que convive durante un tiempo.

Por otro lado, se produce el secuestro de una cooperante española, Beatriz, y su amiga de la infancia, Lola que es una exitosa mujer de negocios, viaja hasta el Congo desde España para negociar su rescate.

La acción se va complicando en ambas tramas, pero la novela lo que recoge fundamentalmente es algo que está sucediendo por debajo de la aventura, que es la desaparición de los bosques, y la venta ilegal de animales salvajes para su consumo y comercio.

¿Cómo surgió la idea de este libro, cuál es su origen?

El libro surgió de una conversación del autor con una veterinaria y primatóloga gallega, que trabaja en el Centro de Rehabilitación de Chimpancés en la República Democrática del Congo, dependiente del Instituto Jane Goodall, sobre su trabajo con chimpancés. 

A Gonzalo Giner siempre le había interesado mucho el trabajo tanto de Jane Goodall como el de la zoóloga Dian Fossey. Como veterinario, quiso aportar algo sobre esa zona, aunque supusiera cambiar de forma de trabajar, ya que su campo había sido hasta ahora el de la novela histórica. 

Aunque considera que es una novela de aventuras y no de denuncia, confía en que pueda concienciar a los lectores sobre la toma de medidas para intentar parar la explotación de este "pulmón verde" del planeta, víctima de la deforestación y los cultivos intensivos.

No pretende dar una solución a los problemas del Congo ni de África, que son muy complejos, pero sí plantearlo para que los europeos nos concienciemos y por lo menos seamos unos consumidores con cabeza: por ejemplo, deberíamos exigir que los muebles de madera lleven un certificado sobre su origen sostenible o que la soja o el aceite de palma que adquirimos tengan un etiquetado que aclare si se producen de una forma que no dañe al medioambiente.

Uno de los grandes temas que trata el libro es el de la mala gestión de los recursos en el Congo:

Una de las cuestiones que denuncia es que algunas empresas reciben subvenciones para sus cultivos con la condición de mejorar las condiciones de la población congoleña y luego eliminen miles de hectáreas de selva sin cumplir esos requisitos.

En resumen, lo que explica es que tanto en el Congo como en otros países hay un gran descontrol, aunque son países extremadamente ricos en productos naturales, tanto de piedras preciosas como del famoso coltán, la riqueza está en manos de unos pocos. 

Tienen recursos suficientes para dar trabajo a mucha gente, pero hay un abuso tremendo en el reparto. 


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