Clásicos para la vida

«Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído», Jorge Luis Borges.
Es una cita extraída del libro que recomendamos hoy: Clásicos para la vida, de Nuccio Ordine.

Nuccio Ordine es profesor de Literatura italiana en la Universidad de Calabria y autor de varios libros.

Como investigador ha escrito varios trabajos sobre el Renacimiento, ha dado clases como profesor invitado en Yale, París, Berlín… Es decir, que tiene un merecido prestigio dentro de su especialidad como profesor, además es director de varias colecciones de clásicos, pero para el gran público es conocido a partir de la publicación del libro, La utilidad de lo inútil en el año 2013

En él denunciaba que en la Universidad (en Italia pero extrapolable a todos los países en que se implantó el plan Bolonia) cada vez se deja más de lado una formación humanística, para priorizar una educación que consiste en lograr unos títulos que nos darán un trabajo útil y poder comprar cosas.

Por el contrario, para Ordine, una buena educación conserva nuestra memoria, y por tanto nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos y a los otros, y sobre todo a ser responsables de nosotros mismos a no dejar las decisiones importantes en manos de otros.

Este libro está en el origen del que comentamos hoy, Clásicos para la vida (2016)

Ordine ponía en práctica sus ideas sobre la importancia de las Humanidades en sus clases, leyendo a sus alumnos textos escritores clásicos y filósofos para despertarles el gusto por literatura y les llevaba a reflexionar.  A partir de esta experiencia docente, surgió la idea de recopilar una selección de estos fragmentos, junto con comentarios suyos y nace este libro: Clásicos para la vida, en el que nos invita a descubrir o recordar a algunos de los clásicos de todos los tiempos, maestros de innumerables generaciones.

Pero, ¿por qué son importantes los clásicos para comprender el mundo en el que vivimos?
Si hemos dicho que la educación es tan importante, es una forma de resistencia al pensamiento único, a la mercantilización…por qué después de tantos años seguimos cometiendo los mismos errores: porque no hay educación en algunos casos, y en otros no es de calidad. La vuelta a los clásicos en ese sentido se hace necesaria, porque en ellos está todo, porque en ellos está quienes somos. Los buenos libros nos transforman en seres humanos conscientes, y críticos, nos hace reflexionar, nos abre horizontes.

Esta biblioteca ideal está formada por cincuenta textos
Cualquier selección, listado de libros esenciales, libros que hay que leer…. Es parcial, subjetiva y hay ausencias. Pero la selección aquí es lo de menos, lo realmente valioso de este libro es su capacidad de suscitar la curiosidad del lector y animarlo a proseguir por su cuenta.

Comienza con un texto desconocido: Ciudadela, de Antoine de Saint-Exupery. Una obra inacabada publicada de manera póstuma en la que el autor reflexiona sobre el sentido de la vida y del amor, y destaca Ordine un fragmento en el que dice “no confundas el amor con el delirio de la posesión… porque al contrario de lo que se piensa, el amor no hace sufrir. Lo que hace sufrir es el instinto de la propiedad…”

A continuación, habla de una obra de Shakespeare, El mercader de Venecia, y comenta un fragmento en el que se exalta el valor de la música y el arte.

Hay textos de autores italianos, como Giordano Bruno, Torquato Tasso, Italo Calvino. Ingleses como Dickens, franceses como Moliere y Balzac, el portugués más universal: Pessoa… del ámbito hispánico selecciona a Cervantes, a García Márquez.

La selección es muy heterogénea porque tiene textos de filósofos y pensadores clásicos como Platón y novelas de aventuras como Los viajes de Gulliver o Las aventuras de Robinson Crusoe.

Por encontrarle una pega, solo ha seleccionado a una mujer. Seguramente porque las mujeres tradicionalmente han escrito menos bien porque no se les ha permitido el acceso a la cultura, porque no han tenido acceso al mundo editorial, porque se les haya relegado al hogar… el caso es que solamente figura Margerite de Youcenar. Concretamente habla de las “Memorias de Adriano”, un texto sobre la Roma del siglo II, y destaca un fragmento sobre la construcción de las bibliotecas: “Fundar bibliotecas equivalía a construir graneros públicos, amasar reservas para un invierno del espíritu que, a juzgar por ciertas señales y a pesar mío, veo venir”.

Se hace muy fácil de leer porque no es un estudio en profundidad de cada obra.
De todos estos libros destaca un fragmento que comenta y que da lugar a una reflexión. Independientemente de que estemos de acuerdo con la selección y de que conozcamos o no estos libros, lo importante es que se establece una conexión entre textos de todas las épocas y de todos los autores.

Además, no da pautas, no ofrece soluciones
La lectura de este libro y de los libros a los que nos remite nos puede producir cierta incomodidad porque no ofrecen respuestas unívocas: lo que proyectan son interrogantes. Pero precisamente es lo bueno que tiene: leer a los clásicos supone cuestionar el mundo y la manera en que nos integramos en él.

Hoy en día es más necesario que nunca que tengamos una base que nos ayude a procesar y a entender la información
Porque estamos constantemente manipulados por luchas de intereses, y cada vez más absorbidos por el exceso de información, el bombardeo constante de las redes sociales, algo de lo que no habla Ordine, pero que tiene que ver con esta sociedad que él denuncia: de exceso de información y además manipulada… Esta lectura de los clásicos nos ayuda relacionar unas cosas con otras, tener sentido crítico, reflexionar antes de sacar conclusiones… nos devuelven nuestra capacidad de sentir empatía, de reflexionar, y de ver de verdad el mundo con todos sus matices.

Está disponible en ebiblio, la plataforma de libro electrónico de la Red de Bibliotecas de Castilla la Mancha

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