NOTICIAS CONQUENSES

Presentamos el número 5 de nuestro listado: 100 libros para conocer Cuenca:

NOTICIAS CONQUENSES

José Torres Mena

Madrid, 1878. Imprenta de la Revista de Legislación, 

880 págs.

Hay una edición facsímil en Cuenca, 1985; 

Gaceta Conquense.

El inicial mérito de este libro -y no pequeño- es el de ser el primero de los tratados referidos a la provincia de Cuenca que se hacen desde una óptica civil y no religiosa. No es que hasta ese momento la bibliografía provincial fuese abundante en títulos de corte histórico o documental pero los elementos disponibles, desde la clásica Historia de la muy noble y leal ciudad de Cuenca, de Mártir Rizo (1629), hasta la de igual título de Muñoz y Soliva (1866) lo hicieron desde una perspectiva religiosa. Incluso un texto en apariencia seglar, ya comentado en esta sección, las Memorias históricas de Mateo López, lo son, como dice el título “de Cuenca y su Obispado”, como si no pudieran disociarse ambos conceptos. 

Pero a ese primer dato en sí mismo relevante se le añaden otras circunstancias igualmente dignas de consideración y que convierten a la obra que comentamos en uno de los pilares esenciales del conocimiento de la provincia de Cuenca. 

Originario de La Almarcha (aunque no nacido en ella, sino en Casas Ibáñez, 1822), lugar al que estuvo vinculado toda su vida y en el que murió en 1879, la figura de Torres Mena emerge, como su coetáneo Fermín Caballero, con unas aristas multifacéticas encaminadas a definir una personalidad compleja, de múltiples registros. Abogado por sus estudios, propietario agrícola por su dedicación profesional, político vocacional con repetida presencia en el órgano parlamentario español y escritor de estilo pulcro y concienzuda metodología, dejó abundantes rastros de su afición en artículos periodísticos y una fecunda, aunque no muy abundante, producción literaria, en la que destaca, tanto por su ambicioso planteamiento como por el ímprobo trabajo que le supuso, este volumen titulado, con afán de modestia, Noticias Conquenses, al que dedicamos aquí el oportuno comentario. 

Como se ve, el autor elude mencionar el pretencioso apelativo de “Historia” al que tantos otros recurren con insensata frecuencia y también otros que pudieran resultar igualmente ambiciosos, para reducirlo a un concepto mucho más modesto: “Noticias”. Y las hay, en efecto, y en tal abundancia que en algún momento llegan incluso a abrumar. 

El libro está estructurado en doce capítulos planteados desde posiciones no homogéneas –y ese, quizá, sea el principal defecto a tener en cuenta- lo que se traduce en una desigual valoración de sus objetivos y, singularmente, de su aplicación posterior, porque lo realmente importante de la obra de Torres Mena es que nos ofrece una amplísima visión de cómo era Cuenca en esos momentos (tramo medio-final del siglo XIX), eludiendo cualquier referencia a tiempos anteriores. 

Gracias a su metódica recopilación de datos y hechos sabemos mucho de la red de carreteras, la problemática del ferrocarril, la organización territorial, la situación agrícola, los planteamientos industriales e incluso encontramos un breve y sustancioso manual de geografía provincial, resumen de lo que no mucho antes había hecho Cortázar sobre este aspecto. En ese esquema, quizá desentona la presencia de un capítulo sobre la Inquisición (para entonces ya suprimida y por tanto sin ningún interés de acuerdo con el planteamiento general del libro) y se echan en falta otras cuestiones, desde luego consideradas menores entonces, pero que nos ayudarían a conocer mejor algunos aspectos no poco distorsionados por esa falta de información: las formas de vida, el urbanismo y las viviendas, las costumbres sociales y festivas, la artesanía. 

Pero esos defectos o deficiencias, apreciados desde la distancia de nuestra época, no son óbice para considerar la importancia real, objetiva, que corresponde a este libro, valioso como pocos, singular trabajo de un hombre inteligente, metódico, riguroso y animado por un concepto liberal de la existencia que aflora en no pocas de sus páginas.