La venganza de la tierra



De los autores que se han dedicado a escribir sobre los problemas medioambientales, James Lovelock es uno de los más sorprendentes. Su teoría sobre la tierra como un sistema que se autorregula hasta conseguir las condiciones óptimas para la vida fue rechazada en un principio por prestigiosos miembros de la comunidad científica. Sin embargo, sus argumentos ganan adeptos a medida que el problema del cambio climático se agrava.

En La venganza de la tierra (Planeta, 2007) se recogen muchas de las ideas y experiencias de Lovelock en torno al problema del calentamiento, y se hace referencia problemas como la crisis energética: su apoyo a la energía nuclear como único medio para reducir las emisiones de CO2 sin tener que renunciar a nuestro modo de vida le ha supuesto el enfrentamiento con los grupos de presión ecologistas. Del mismo modo, critica a los partidos verdes por considerar sus políticas poco prácticas y fuera de la realidad.

Pero no todo son críticas. También se habla de las propuestas científicas para paliar el problema o para poder sobrevivir cuando el calentamiento global haya llegado a ser tan grave que no haya marcha atrás.

Se trata de un libro en que un científico da una visión práctica de los que puede ser nuestra supervivencia tras la catástrofe medioambiental, cuando la vida ya sólo sea posible en los deshelados polos.

La salida, para Lovelock, es un nuevo modo de pensar, de considerar la tierra como un todo vivo, e interiorizarlo como se hizo en otras épocas con las religiones, pero esta vez con un conocimiento científico en que se base el respeto a Gaia, la tierra viva.

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