Paul Auster, el escritor del azar.


El 20 de octubre de 2006 se le otorgó a Paul Auster el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, como reconocimiento a toda su obra literaria. En su acta el jurado destaca que Auster ha sido premiado "por la renovación literaria que ha llevado a cabo al unir lo mejor de las tradiciones norteamericana y europea, innovar el relato cinematográfico e incorporar a la literatura algunas de sus aportaciones". "…Con su exploración de nuevos ámbitos de la realidad, Auster ha conseguido atraer a jóvenes lectores al dar un testimonio estéticamente muy valioso de los problemas individuales y colectivos de nuestro tiempo", concluye dicha acta, que fue leída por Víctor García de la Concha.
Aunque americano de nacimiento, sus padres y sus orígenes pertenecen a la vieja Europa. Y de ella provienen también sus mayores influencias (Kafka, Beckett, Celán e incluso Cervantes). Estudió en la Universidad de Columbia literatura francesa, italiana e inglesa entre los años 1965 y 1967. Durante ese tiempo viaja a París y traduce a autores como Dupin y Du Bouchet. La capital francesa le sirvió de refugió ante su negativa a tomar parte en la Guerra de Vietnam.
Se dio a conocer como escritor con la publicación de La invención de la soledad (1982), obra autobiográfica, y, sobre todo, con la Trilogía de Nueva York (1985-1986), formada por tres cuentos: La ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Su siguiente novela fue El país de las últimas cosas (1987), a la que seguirían otros títulos como El palacio de la luna (1989) y La música del azar (1990), ésta última llevada al cine por el director Philip Haas. Paul Auster ha trabajado también como guionista en The music of chance (1993) y Smoke (1995), como codirector en Blue in the face (1995) y como director en Lulu on the bridge (1998).
Autor prolífico y de notable éxito, en su bibliografía, traducida a treinta y cinco idiomas, se cuentan asimismo Leviatán (1992), El cuaderno rojo (1993), Vértigo (1994), Tombuctú (1999), el ensayo autobiográfico A salto de mata (1997), El libro de las ilusiones (2002), La noche del Oráculo (2003) y Brooklyn Follies (2005). Además, es autor de varios libros de poemas, como Espacios blancos (1980), Fragmentos del frío (1988) y Cimientos (1990), entre otros, así como de El arte del hambre (1992), una recopilación de artículos y ensayos sobre literatura francesa, inglesa y estadounidense. En 1994, su cuento El palacio de cristal fue reeditado en una versión adaptada por Paul Karasik e ilustrada por David Mazzuscheli. En mayo de 2006 ha comenzado a rodar en Portugal su segundo largometraje en solitario, The inner life of Martin Frost.
Cualquier lector que se haya dejado seducir por alguna de sus obras habrá sentido ese vértigo que produce no saber a qué nos enfrentamos: una descripción de su biografía o un relato de ficción. Sus historias contienen otras historias y nos hace experimentar la sensación de que nunca terminan. Sirva como ejemplo El cuento de Navidad de Auggie Wren, cuya versión cinematográfica fue Smoke. En ella el protagonista fotografía todas las mañanas, a la misma hora, la misma esquina de la misma calle: ¿Es un intento de registrar el paso del tiempo?
Si algo caracteriza la obra de Auster quizás sea la descripción interna que hace de sus personajes y de él mismo. Pocos diálogos y muchas reflexiones que enganchan al lector de forma irremediable, incluso después de haber terminado la narración. Para muchos es el “escritor del azar y de la contingencia”, demostrando una capacidad innata para descubrir en los hechos cotidianos ramificaciones inesperadas. Trabajador incansable y buen conocedor de la poesía, su estilo sencillo esconde una compleja estructura narrativa que atrae y sorprende.
  • Discurso de Paul Auster en la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Comentarios

  1. Acabo de descubrir este sitio y me parece estupendo, volveré.

    El artículo sobre Auster muy interesante.

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